Sector 7: Jericho

El sector 7 es el único sector que no debe su nombre a su estrella.

Este sector tiene una estrella enana roja activa, con una temperatura superficial de 3,200 K y frecuentes emisiones de radiación estelar. Está en una fase temprana e inestable, lo que dificulta que sus planetas puedan sostener ecosistemas complejos. Sin embargo, uno de sus mundos, Anteo, ha desarrollado una biosfera resistente.

Aunque inhóspito para la colonización sin protección avanzada, Anteo representa un raro ejemplo de supervivencia biológica en un entorno sometido a condiciones extremas de radiación.

Alianzas y conflictos

Este mantiene múltiples líneas de mercado y colaboración con todos los sectores de Sarahis Tev. Sus relaciones oscilan entre progreso y conflicto, dependiendo de corporaciones concretas, pero su política general es de cooperación equitativa.

Astros

Planeta Anteo

La vida en Anteo se compone principalmente de organismos adaptados a la radiación, con capas de pigmentos protectores y metabolismo subterráneo o submarino, pero hasta la fecha no se le podrían considerar especies inteligentes. Es un planeta con un alto contenido en minerales aptos para la creación y procesado del Zoniex, la aleación metálica antirradiación más resistente de toda la galaxia, al menos hasta el momento.

Jericho

Lugar donde sucede el SpinOff de Emily Valentine, personaje secundario de El viaje de Kadiha Khel (proyecto terminado de la autora, pendiente de publicación).

El satélite de Jericho, concebido hace milenios como una simple fábrica de extracción y procesado de recursos provenientes de Anteo, se ha convertido hoy en uno de los más grandes logros de la ingeniería, sobre todo a la hora de crear su robusto centro de masas para la gravedad y una atmósfera habitable. De fábrica compartida entre múltiples compañías pasó a transformarse en un anillo orbital, protegido por poderosas barreras de zoniex, que en su interior alberga no solo un complejo industrial y un país, sino la sede de un auténtico estado supremo.

En la cúspide de esta transformación se encuentra la Corporación de Azys, figura indiscutible de liderazgo. Azys ha sabido unificar y perfeccionar lo que antes estaba fragmentado, estableciendo un control absoluto sobre el ciclo completo del zoniex: desde las minas de Anteo hasta las rutas comerciales y las plantas de procesado en Jericho. Jericho no solo lidera la exportación de uno de los materiales más codiciados de la galaxia, sino que se erige como referente indiscutible.

El zoniex es utilizado en la creación de armamentos, naves y sistemas de defensa planetaria. Que Jericho sea su principal proveedor otorga al sector un prestigio incuestionable y lo sitúa entre los más influyentes y prósperos de Sarahis Tev.

La Corporación de Azys, además, no se limita al comercio de recursos: sus avances en armamento, en modifcaciones y en la revolucionaria tecnología K7 (un chip que se implanta en la nuca) han redefinido los horizontes de la ciencia aplicada. Desde versiones de entretenimiento hasta modelos de alta especialización, el K7 es un ejemplo de cómo Azys combina ingenio, eficiencia y capacidad de adaptación a cualquier necesidad del mercado.

Con su visión de futuro, su poder industrial y su inquebrantable dominio de las rutas y recursos, Azys no es solo la máxima autoridad de Jericho, sino también un pilar de estabilidad, riqueza y progreso para todo Sarahis Tev.

La otra cara de Jericho

En Jericho conviven incontables culturas y especies, pero bajo una misma sombra: la desigualdad. Es el lugar al que llegan quienes no tienen otra salida, quienes han perdido todo y solo encuentran trabajo en el único destino que los acepta: Anteo, una luna castigada por la radiación, donde la vida se convierte en una condena de tiempo limitado. No importa cuántas pastillas antirads se consuman ni cuántas inyecciones contra la radiación existan: allí cada día significa perder un poco más de vida.

Azys es la figura de autoridad suprema, aunque está consolidada como la máxima potencia, no quiere decir que sea querida por el pueblo. Azys es un imperio, y como todo imperio, vive de la sumisión: el resto se inclina porque no tiene otra opción.

Las calles del anillo rebosan contrastes: entre luces de progreso y propaganda corporativa, se respira la miseria, el hedor de la enfermedad y la muerte, y la huella del abandono. Sin embargo, en esos mismos rincones late también la resistencia: los rebeldes que rehúsan vivir bajo el yugo de los poderosos, los que todavía creen que Jericho puede ser algo más que una fábrica disfrazada de civilización.